Hace algunos años empecé a trabajar en el torno alfarero a modo de cable a tierra y no lo pude soltar más. Tanto es así que armé y sigo equipando de a poco mi espacio de trabajo en un tallercito compartido en el barrio de Coghlan, al que me escapo cada vez que mi trabajo lo permite.

En el día a día muestro en @kosos.ceramica lo que aprendo, lo que pifio y lo que me dá curiosidad de este oficio que es infinito.

Gracias por pasar a ver 🙂

Gaby.

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